Cómo fue la época del oscurantismo

El oscurantismo es un término que ha sido utilizado a lo largo de la historia para describir un período o una actitud en la que se promueve deliberadamente la falta de conocimiento, se niega el acceso a la educación y se ocultan los avances científicos o intelectuales. Si bien el concepto de oscurantismo se asocia principalmente con la Edad Media europea, ha sido invocado en diferentes momentos históricos como una crítica hacia aquellos que buscan restringir el conocimiento en favor del control social o religioso. Este artículo explorará qué es el oscurantismo, sus manifestaciones durante la Edad Media y su impacto en la historia de la humanidad.

 

Definición de oscurantismo.

 

El oscurantismo, como término, proviene del latín obscurare, que significa "oscurecer" o "nublar". Generalmente, se utiliza para describir un conjunto de prácticas o actitudes destinadas a impedir la difusión del conocimiento y mantener a las masas en la ignorancia. Este término ha sido empleado, sobre todo, por los críticos de las instituciones que han promovido la censura o han ejercido control sobre la información, especialmente en el ámbito de la religión o la política.

 

Históricamente, el oscurantismo se ha asociado con la supresión del pensamiento racional y la resistencia a las ideas innovadoras o los avances científicos. En su sentido más amplio, el oscurantismo puede ser visto como un esfuerzo deliberado por controlar la información, limitar la educación y promover una estructura de poder que se beneficia de la ignorancia generalizada de la población.

 

El oscurantismo en la Edad Media.

 

El período más icónico asociado con el oscurantismo es la Edad Media, en particular la Baja Edad Media, un período que abarca aproximadamente desde el siglo V hasta el XV en Europa. Este lapso de tiempo es frecuentemente descrito como "la era del oscurantismo" o "los siglos oscuros". Sin embargo, es crucial aclarar que esta visión de la Edad Media como un tiempo exclusivamente oscuro y de retroceso intelectual ha sido ampliamente revisada por los historiadores modernos.

 

Durante mucho tiempo, la Edad Media fue considerada una era de estancamiento científico e intelectual, en contraposición a la Edad de Oro de la Antigua Grecia y Roma, y al Renacimiento que siguió a la caída de Constantinopla en 1453. Este estereotipo de la Edad Media como un tiempo de ignorancia fue alimentado por pensadores renacentistas y de la Ilustración, quienes veían su propio tiempo como una ruptura radical con un pasado "oscuro". Sin embargo, estudios recientes muestran que la Edad Media fue también un tiempo de logros significativos, especialmente en los campos de la filosofía, la teología y la ciencia en el mundo islámico y europeo.

 

La influencia de la Iglesia Católica.
Una de las principales instituciones vinculadas con el oscurantismo durante la Edad Media fue la Iglesia Católica. En muchos aspectos, la Iglesia tuvo un control significativo sobre el conocimiento y la educación en Europa. Con la caída del Imperio Romano, gran parte del conocimiento clásico quedó en manos de los monjes y clérigos, que copiaban manuscritos en los monasterios, preservando y, en algunos casos, censurando ciertos textos.

 

Durante este tiempo, la Iglesia determinaba qué conocimientos eran "aceptables" y cuáles eran heréticos. Las ideas que desafiaban la doctrina oficial de la Iglesia, como las teorías heliocéntricas del universo propuestas por pensadores como Copérnico, eran reprimidas y, en ocasiones, los autores de dichas ideas eran perseguidos. Un ejemplo clásico de este tipo de represión es el caso de Galileo Galilei, quien fue condenado por la Inquisición debido a su defensa de la teoría de Copérnico, la cual sugería que la Tierra giraba alrededor del Sol.

 

El control de la información.
El control del acceso al conocimiento y a la educación fue otra manifestación clave del oscurantismo en la Edad Media. Durante este período, la educación estaba reservada casi exclusivamente para los clérigos y la nobleza, dejando a la mayoría de la población en la ignorancia. La alfabetización era extremadamente baja, y el conocimiento científico se basaba en gran medida en la autoridad de textos antiguos, como los escritos de Aristóteles o los textos religiosos.

 

Los libros eran escasos, costosos y, en muchos casos, escritos en latín, lo que hacía que fueran inaccesibles para la mayoría de la población. La creación de bibliotecas era limitada, y el acceso al conocimiento estaba estrictamente controlado por la Iglesia y las universidades, que eran, en su mayoría, instituciones eclesiásticas. Las ideas que contradecían la visión religiosa del mundo eran rápidamente condenadas y censuradas.

 

El oscurantismo fuera de Europa.

 

Aunque el oscurantismo se asocia principalmente con la Europa medieval, también ha habido episodios similares en otras partes del mundo. Un ejemplo notable es el declive intelectual en el mundo islámico tras el auge de la Edad de Oro islámica. Durante los siglos VIII al XIII, los estudiosos musulmanes realizaron avances significativos en campos como la medicina, la astronomía y las matemáticas. Sin embargo, con la invasión mongola de Bagdad en 1258 y el crecimiento de movimientos más conservadores dentro del Islam, muchas de estas ideas científicas y filosóficas fueron vistas con sospecha, lo que llevó a una especie de oscurantismo intelectual en la región.

 

El Renacimiento y la Ilustración: La respuesta al oscurantismo.

 

A partir del siglo XV, con el surgimiento del Renacimiento en Europa, se produjo un despertar del conocimiento y una recuperación de los textos clásicos que habían sido ignorados o suprimidos durante la Edad Media. La invención de la imprenta en 1440 por Johannes Gutenberg fue un hito crucial en la difusión del conocimiento, ya que permitió que los libros fueran más accesibles para el público en general. Esto rompió el monopolio que las instituciones religiosas y educativas tenían sobre el conocimiento.

 

El Renacimiento trajo consigo un renovado interés por el humanismo, la ciencia y la exploración del mundo natural. Las universidades, anteriormente controladas por la Iglesia, comenzaron a diversificarse y a aceptar ideas que desafiaban las enseñanzas religiosas. En este sentido, el Renacimiento marcó el principio del fin del oscurantismo en Europa, abriendo el camino para la Ilustración.

 

Durante la Ilustración, en los siglos XVII y XVIII, los filósofos y científicos comenzaron a cuestionar abiertamente la autoridad de la religión y a promover la razón, la evidencia empírica y el conocimiento científico como las bases del progreso humano. Los pensadores ilustrados, como Voltaire, Rousseau y Montesquieu, veían el oscurantismo como un obstáculo para la libertad y el desarrollo humano, y promovieron la educación y la libertad de pensamiento como soluciones para combatir la ignorancia.

 

El oscurantismo en la actualidad.

 

Aunque el término oscurantismo está profundamente asociado con la Edad Media, su relevancia no ha desaparecido. A lo largo de la historia moderna, ha habido episodios en los que el control del conocimiento y la represión del pensamiento crítico han resurgido en diferentes formas. La censura gubernamental, el control de los medios de comunicación y la difusión de información falsa son ejemplos contemporáneos de cómo el oscurantismo sigue vigente.

 

Además, en algunas sociedades, los movimientos anticientíficos y la resistencia a ciertos avances tecnológicos o médicos, como las vacunas o el cambio climático, son vistos por algunos como formas de oscurantismo moderno. Estos movimientos, basados en la desinformación o la negación de la evidencia científica, pueden ser extremadamente perjudiciales para el progreso social y el bienestar de las personas.

 

El legado del oscurantismo
El oscurantismo, en su sentido histórico y contemporáneo, es un fenómeno complejo que ha tenido un impacto profundo en el desarrollo del conocimiento humano. Si bien ha habido momentos en la historia en los que el control del conocimiento fue predominante, la humanidad ha demostrado una y otra vez su capacidad para superar estos períodos de estancamiento intelectual.

 

El Renacimiento y la Ilustración, como respuestas al oscurantismo, nos enseñan la importancia de la libertad de pensamiento, la educación accesible y la promoción de la ciencia como motores del progreso humano. Aunque el oscurantismo persiste en algunas formas en la actualidad, la historia nos recuerda que el conocimiento y la razón son las herramientas más poderosas para combatir la ignorancia y avanzar hacia una sociedad más justa y libre.

 

El legado del oscurantismo nos insta a ser vigilantes y a promover siempre el acceso al conocimiento, la libertad intelectual y el pensamiento crítico como valores fundamentales de cualquier sociedad democrática y progresista.